jueves, 17 de diciembre de 2009

" Los ángeles en sus alas caen"

El suelo ha desvirtuado cual intensa neblina la visión del bello ser
yace en pavimento desplomado, golpeado, vejado
dejando lágrimas como huellas que atravieso con los pies desnudos
acerco mis ojos al brillo opaco de su piel,
deslizo mis manos acariciando el suave cabello que cubre su rostro
silencio con mis dedos el temblor de sus labios
murmurando sus temores en nombres extraños
el estruendo de su corazón me hace abrazarlo
qué extraordinaria criatura herida en esta ordinaria ciudad ha caído
qué débil la siento
su frágil cuerpo
su poco aliento alertándome el fallecimiento de tan esplendido amanecer.

Recuerdo su dolor como mío,
Con esfuerzo cobije su lastimado cuerpo, y sus heridas provocaron reacciones en mi conciencia, palidecí, con mucha torpeza pude levantar el peso de sus penas, de su enfermedad, se volvió una hoja que no causaba dolores físicos a mi corazón, eran sus gemidos los que me hacían sucumbir, mas no detuve mi marcha,
un mundano espectador cruzo mi camino con avasalladoras palabras intento provocar en mi la renuncia,
seguí…

Me detuve ante un riachuelo de aguas cristalinas,
deposité su cuerpo en el y
el paisaje se volvió inolvidable
la luz cegó mis ojos
el cielo me indico que solo debía espectar
como este bello ser sobrenatural retomaba el color de sus mejillas
como su piel luminosa ahora se tornaba llena de vida
como la dulce expresión en sus ojos cual inocencia de niño tocaron las pupilas de mi alma
lo mas asombroso, sus alas, que lo llevaron muy lejos de mi
a donde lo impensable podía ocurrir
a la felicidad absoluta…